Cómo estimular rápidamente a un bebé

La estimulación no siempre tiene que ser vista como algo complejo o solo hecha por profesionales, pues los padres pueden jugar un papel importante en el aprendizaje de sus pequeños. hay que aprender como hacerlo. Cómo estimular rápidamente a un bebé Hay pequeños que tienen problemas de comportamiento, de descanso, de aprendizaje entre otros y los padres buscan maneras desesperadas para que sus hijos parezcan normales, pues a los ojos de ellos mismos, sus pequeños no son lo suficientemente despiertos y creen que pueden tener algún tipo de problema muy grave. El asunto es que no es que estén enfermos o sea grave sino que con un poco de ayuda y estimulación puede salir adelante. Incluso los mismos padres se pueden convertir en generadores de este tipo de estimulación y por medio de algo que adoran los niños: el juego. 

Lo bueno es que los niños están presto a lo que ocurre a su alrededor y si no lo están, allí está la función de los padres para poder motivarlo y atraer su atención. Lo que más les gusta son los sonidos y es lo que más rápido le llama la atención así que es bueno el canto, el uso de instrumentos o cajas de música especiales para ellos. Las cosas que se mueven, aparecen y desaparecen son geniales para su motivación, así que las escondidas entre  padres e hijos o con juguetes son perfectas para esto. Lo que logran con que los padres se escondan, es que desde muy corta edad ellas entiendan que así como el papá o la mama se va, en este caso se esconde, regresará a la casa a verlo, es decir cuando vuelve a aparecer  y poco a poco lo único que cambia son los tiempos y la duración de esta “escondida”.

Los gestos, muecas y formas de la cara los suelen divertir y esos jugos de intercambios o enseñanzas pueden estimular su aprendizaje de donde queda cada parte de la cara principalmente, así que hay que utilizar los ojos, la lengua, la nariz, todo para que se sienta feliz y atraído. El habla y las palabras son a veces confusas pero hacen en intento de decirlas y que mejor que un ejercicio de habla para aquellos que están demorados en pronunciar sus primeras palabras o hablar con balbuceos como naturalmente lo hacen los bebés después de un año o año y medio. Llevarlo a un parque o al aire libre le hará experimentar nuevas sensaciones, que conozca nuevas cosas, elementos que lo rodean, personas, animales, cosas, olores, colores entre otras que aunque serán muchas, serán muy tentadoras y divertidas para poder aprender o que se exprese de alguna manera. Esto mismo pasa con la comida, pues por medio de sus sentidos, aprenden a reconocer texturas, olores, sabores y colores, lo que puede irlos orientando acerca de lo que tienen a su alcance y que poco a poco identificaran de a pocos, clasificándolo en lo que les gusta y en lo que no.