Relajarse de una manera natural

La ansiedad y el estrés son unos estados que pueden influirnos a nivel psicológico, biológico e incluso social y con los que convivimos a diario. La alimentación cumple un papel muy importante a la hora de conseguir lograr un estado saludable y por supuesto un equilibrio emocional. Relajarse de una manera natural

Síntomas y etapas del estrés

El estrés es una respuesta del organismo ante situaciones que llegan a perturbar nuestro equilibrio emocional ya sea por tensiones familiares, laborales o sociales y que puede llegar a afectar a nuestra salud provocando dolores musculares o de cabeza, un aumento de la presión arterial, dificultad para respirar y una disminución de nuestras defensas, que hacen que el organismo sea más vulnerable a la hora de contraer enfermedades o infecciones. Por otra parte, la ansiedad es una emoción que logra aflorar de una manera más fuerte en el momento en que una persona está atravesando una situación de estrés, siendo los síntomas más comunes un exceso de inseguridad, inquietud, miedo, preocupación y tensión.

En cualquier caso uno de los primeros síntomas en aparecer ante una situación estresante es un excesivo nerviosismo. Este es un trastorno psicosomático que en un principio afecta a nuestra mente pero que también puede llegar a repercutir sobre otros órganos de nuestro cuerpo llegando a producir taquicardias, colon irritable o dolor de estómago entre muchos otros.

Existen tres etapas reconocidas en respuesta al estrés. La primera es la alarma, momento en que el cuerpo reconoce este estado y se prepara de una manera natural para la acción, liberando hormonas que aumenta el ritmo del corazón, el respiratorio y elevan los niveles de azúcar en sangre a la vez que se dilatan las pupilas e incrementa la transpiración. La segunda etapa es la conocida como resistencia, que es cuando el cuerpo intenta reparar el daño causado por la primera reacción de alarma. En este momento puede surgir un problema cuando el estrés continua y el cuerpo sigue alerta con lo que no puede conseguir reparar dichos daños. El agotamiento es la última fase del estrés y que tiene lugar cuando esta resistencia sigue y por tanto puede llevar a nuestro organismo a agotar nuestras reservas de energía, lo que conduce a dolores de espalda, asma, jaquecas, hipertensión o trastornos de la piel

Alimentación sana para combatir el estrés

Ante una situación de este tipo es conveniente consumir alimentos que sean ricos en vitamina C o betacaroteno, ya que estos consiguen reforzar el sistema inmunológico y aumentar nuestra calidad de vida, a la vez que es imprescindible evitar el consumo de de bebidas con un exceso de azúcar y de cafeína o en su caso, consumirlas con moderación. Cuando se sufre de estrés es necesario alimentar a nuestro cerebro de una manera correcta ya que es el responsable de más de un 20% de la energía que se llega a extraer de los alimentos. La principal fuente de energía de este órgano son los hidratos de carbono por lo que si su aporte no es suficiente, obtendrá la energía de otros elementos como las grasas y las proteínas,que pueden llegar a producir alteraciones en el metabolismo.

Por lo tanto para mantener perfectamente nutrido a nuestro cerebro, no es necesario que aumentemos el aporte de las calorías pero sí que tendremos que cuidar el aporte de ciertos nutrientes que son necesarios para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, como vitaminas del grupo B y E o determinadas sales minerales como el magnesio o el potasio y los ácidos grasos esenciales.