Niños y proteínas

Se está intentando comprobar que un consumo excesivo de proteínas podría tener algo que ver con el origen del aumento de la obesidad y por consiguiente pudiera repercutir en la futura salud del bebé o del niño que las consume. Niños y proteínas

Niños y proteínas

Más de un noventa y cinco por ciento de los niños, especialmente en España, consumen muchas más proteínas, en su mayoría de origen animal, entre los siete meses de edad y los tres años de las recomendadas, algo que puede estar relacionado con el sobrepeso en la infancia.

Proteínas y obesidad infantil

En los últimos años en Europa y en España sobre todo, ya que es uno de los países con mayor prevalencia, se ha incrementado la obesidad infantil. Algunos de los factores que han  influido en el desarrollo de un sobrepeso y de la obesidad en los niños son una alimentación temprana, el peso con el que han nacido, los hábitos alimenticios nada saludables, la predisposición genética y la falta de ejercicio físico.

Aunque existe una percepción en general entre todo el mundo que un sobrepeso a edades tan tempranas viene motivado por un excesivo consumo de hidratos de carbono y de grasas, diferentes investigaciones científicas han puesto de manifiesto que los niños, especialmente los españoles, consumen proteínas de una manera excesiva, siendo las de origen animal las principales como ya hemos comentado, especialmente la proteína que procede de la leche de vaca y de la carne de la ternera.

Esto crea un desequilibrio en los macronutrientes pero es que también se han detectado otros en los micronutrientes. De hecho las dietas que  se han sometido a estudio de bebés han presentado un exceso de sodio y de vitamina A a la par que un déficit de vitamina D y de yodo.

Consumo  de alimentos según las edades

Desde el momento de su nacimiento hasta los seis meses de edad, el bebé consume alrededor de un 80% de leche y de sus derivados, seguido del grupo de los azúcares y de los cereales en un 7%.

Desde los siete meses hasta los doce, la leche y sus derivados conforman un 32%, seguido de los azúcares y los cereales en un 21%, las frutas en un 14%, las verduras en un 13,7% y la carne, el pescado y los huevos en  un 9%, aproximadamente.

Desde los trece meses hasta los veinticuatro meses, los leches y los derivados son un 27%, los azúcares y cereales un 23%, la carne, el pescado y los huevos un 13%, las frutas un 12% y las verduras un 9%.

Desde los 25 meses hasta los 36 meses de edad, los cereales y los azúcares son un 25%, la leche y sus derivados un 23%, seguido de la carne, el pescado y los huevos en un 15%, así como de las frutas en un 11% y de las verduras en un 8%.