¡A moverse!

Las patologías derivadas del sedentarismo y los malos hábitos nutricionales, como la obesidad, van en aumento. La práctica de ejercicios físicos y deportes son un gran aliado a la hora de evitarlas. ¡A moverse! En la infancia, la obesidad puede causar enfermedades como hipertensión arterial o diabetes de tipo II que, a su vez, son factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares. Para evitarlo el niño debe practicar algún deporte, que lo ayude a lograr un desarrollo equilibrado,

Los beneficios son innumerables, entre ellos
– Colabora en el mantenimiento del peso ideal y previene la obesidad.
– Baja las cifras de la tensión arterial.
– Previene las elevaciones de la glucosa y reduce las necesidades de insulina en los diabéticos.
– Eleva el nivel de colesterol bueno (HDL) y disminuye los triglicéridos.
– Mejora la agilidad, potencia los reflejos, aumenta la velocidad y refuerza la resistencia.
– Disminuye el riesgo de padecer osteoporosis.
– Al incrementar los glóbulos blancos en circulación, defiende al organismo del desarrollo de células cancerígenas y de infecciones causadas por virus, bacterias y parásitos.
– Reduce la ansiedad y la depresión, elevando los niveles de autoestima.
– Enseña a aceptar reglas, valorar el compañerismo, integrarse en un grupo y asumir responsabilidades.
Disminuye la tendencia a desarrollar actitudes agresivas. Estimula el rendimiento en los estudios.
– Ayuda a tomar conciencia del cuerpo y de su cuidado.

¿Cuál es el ejercicio ideal?
Fundamentalmente los aeróbicos que aumenten la resistencia, mejoren la fuerza muscular y la flexibilidad, y que no supongan una sobrecarga osteomuscular para evitar problemas en el desarrollo.

Hasta los 8 años, juegos, ejercicios de psicomotricidad, coordinación y equilibrio, ejercicios de sentido del ritmo y del espacio. Marchar, saltar, trepar, danzar.

Desde los 8 a los 12 años, ejercicios que contribuyan al crecimiento y desarrollo general, aumentando las actividades diarias, y desarrollando las principales cualidades físicas (resistencia, fuerza y flexibilidad). Este período es muy bueno para aprender la técnica de los distintos deportes.

Entre los 12 y 14 años, aumentar el entrenamiento de la técnica de cada movimiento deportivo y comenzar algún tipo de competencia que mantenga la motivación a través del juego.

A partir de los 14 años, se debe comenzar el entrenamiento más especializado, aumentando los, volúmenes de carga y entrenamiento en general.

Consejos y precauciones
• Antes iniciar cualquier práctica deportiva se recomienda un examen médico, para evaluar la condición del niño o adolescente.
• Si el niño o adolescente está practicando un deporte competitivo, la revisión médica debe ser anual, y realizada por especialistas en medicina deportiva.
• Deben excluirse los deportes que requieran un use excesivo de la fuerza física.
• El ejercicio debe comenzar siempre de forma moderada, para intensificarse poco a poco.
• Deben estar hidratados, antes, durante y después de la práctica deportiva.
• Se desaconsejan las carreras de larga distancia, antes de la madurez.
• Los obesos deben realizar un plan de entrenamiento específico, antes de integrarlos en deportes competitivos.